El FC Barcelona se enfrentó ayer a un combativo Athletic Club en un partido que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el pitido final. Los de Xavi Hernández llegaban al encuentro con la presión de mantenerse en la lucha por el liderato de LaLiga, y no decepcionaron, aunque tuvieron que sudar la camiseta más de lo esperado. Fue un duelo marcado por la intensidad, donde cada balón se disputó con fiereza, y el Barça tuvo que recurrir a su estrella polaca, Robert Lewandowski, para sellar la victoria.
Para los que dudaban de mí.
Tres goles en dos partidos y pichichi provisional de LALIGA.Firmado: Robert Lewandowski ✍🏻#LALIGAenDAZN ⚽️ pic.twitter.com/6MJMv5zEym
— DAZN España (@DAZN_ES) August 24, 2024
El Athletic comenzó el partido con un planteamiento sólido y agresivo, demostrando por qué son uno de los equipos más difíciles de superar en casa. A pesar de las constantes amenazas del Barça en la primera mitad, el equipo de Ernesto Valverde resistió con una defensa bien organizada y con un Unai Simón inspirado bajo los tres palos. La estrategia del Athletic no se limitó a defender, pues también generaron peligro en varias ocasiones, aprovechando los espacios dejados por los laterales blaugranas.
En la segunda mitad, el Barça salió con una mayor determinación y logró poner en aprietos a la defensa bilbaína con un juego más directo y vertical. Sin embargo, fue el Athletic quien abrió el marcador tras un contragolpe bien ejecutado que dejó a Ter Stegen sin opciones. El gol en contra fue un jarro de agua fría para los culés, que se vieron obligados a reaccionar rápidamente. Fue entonces cuando la figura de Lewandowski emergió con fuerza, liderando el ataque con su experiencia y olfato goleador.
El empate llegó tras una jugada colectiva que culminó con un potente disparo de Pedri que fue desviado en el área por un defensor, dejando el balón a merced de Lewandowski, quien no perdonó y mandó el esférico al fondo de la red. Con el 1-1 en el marcador, el Barça no bajó la intensidad y continuó buscando el gol de la victoria. La recompensa llegó en los minutos finales, cuando Lewandowski volvió a aparecer, esta vez para asistir a Ferran Torres, quien definió con clase ante Simón, desatando la euforia en el banquillo blaugrana.
El pitido final confirmó una victoria sufrida pero merecida para el FC Barcelona, que sigue firme en su objetivo de revalidar el título liguero. Lewandowski, con su actuación estelar, demostró una vez más por qué es uno de los mejores delanteros del mundo, siendo decisivo en los momentos más críticos. Este partido es un recordatorio de que, aunque el Barça no siempre despliegue su mejor fútbol, cuenta con la calidad y la mentalidad ganadora necesarias para superar cualquier obstáculo en su camino.