
En un ámbito especial e insuperable , París, el mejor equipo de Europa en la actualidad , el que a base de talonario se instaló en la aristocracia europea, reservada para unos pocos, recibe esta noche a un enorme dormido que ha despertado a tiempo y que se ha convertido en una apisonadora desde que arrancó la temporada.
PSG y Bayern, un tradicional ahora de Occidente, se enfrentan esta noche en el que probablemente es, por instante de manera y calidad de plantillas, el duelo mucho más estimulante de toda la liguilla de la Champions League.
El PSG de Luis Enrique es el contrincante a batir esta temporada. Intratable en la Champions, los parisinos han logrado pleno de victorias hasta hoy. Ya no es aspirante, sino una trituradora de oponentes. Lejos, muy lejos , quedan los años en los que no podía mirar a la cara a la élite, obsesionado con reunir a los más destacados jugadores del mundo y olvidándose de lo más importante , el colectivo.
Fue el Bayern exactamente el que en 2020, con Hansi Flick en el banquillo, el que puso en alerta la culminación del proyecto qatarí. El gol de la final lo firmó un canterano del PSG, Kingsley Coman. Aquel día, el grupo parisino se dio cuenta , probablemente , de que había que dar seguridad a la cantera y no privarles de minutos a los jóvenes a base de sueldos faraónicos para captar estrellas de primer orden. En la presente plantilla, talentos como Zaïre-Emery, Mbaye, Mayulu o aun Ndjantou tiene bastantes minutos esta temporada, demostración de que las tornas han cambiado de la mano de Luis Enrique.
También ante los alemanes, hace justo un año, empezó la remontada europea del PSG. Una derrota en el Allianz puso en jaque la continuidad del proyecto de Luis Enrique, también la de Dembélé, que acabó expulsado. El entrenador español cambió radicalmente su discurso y reaccionó a tiempo, empezando una ascensión incontenible que culminó meses después con la Champions League.
El asturiano se enfrenta a un reto mayúsculo esta noche. El Bayern ha ganado todos y cada uno de los partidos que ha disputado esta temporada. Es el único aparato de Europa en conseguirlo. Nadie pudo mirarle a los ojos y ese es el gran desafío que enfrenta el PSG, que en 2025 pasó por encima de los más destacados equipos de Europa, incluyendo el club alemán, al que derrotó en los cuartos del Mundial de Clubes 2-0 en un partido de infarto en el que el segundo tanto, firmado por Dembélé, se produjo tras recibir dos expulsiones el presente vencedor de la Champions.
La lengua francesa , Balón de Oro en el mes de septiembre , podría ser suplente esta noche. Aquejado de unas molestias en el muslo de la pierna derecha, terminó el acercamiento ante el Niza del sábado, victoria sobre la bocina con un gol en el 94′ de Gonçalo Ramos, con problemas musculares. Su presencia en la convocatoria no está en tela de juicio, pero Luis Enrique no contempla asumir ningún riesgo , siendo consciente de que el calendario es cada vez más apremiante. En su sitio podría entrar Ramos, aunque el rendimiento del portugués como titular contrasta ostensiblemente con su aportación desde el banquillo.
El Bayern es un enorme. Siempre lo fué. Pero en los últimos años , más que nada por desavenencias internas, había sido inútil de recobrar la excelencia de otrora. El presente es una máquina intratable. El Bayern no pregunta, ejecuta. No piensa, actúa. La paciencia con Kompany dió sus frutos y el hexacampeón de Europa puede refrendar hoy definitivamente su candidatura a recobrar el trono en la Champions. El nivel de Harry Kane, involucrado en 29 participaciones de gol en 20 partidos (25 goles y 4 asistencias) puede decantar la balanza hoy en un partido en el que habrá espacios y en el que su calidad y su talento tanto dentro como lejos del área puede desnivelar el exuberante nivel defensivo de Marquinhos y Pacho.
No solo debe estar atento el PSG a Kane. Al inglés se le unen Olise, Luis Díaz, que ha arrancado la temporada como un tiro, o el siempre y en todo momento incisivo Nicolas Jackson. Los parisinos, sin Doué, lesionado hasta enero, recuperan para la causa a Fabián Ruiz y Joao Neves. La calidad y el talento que rebosa en el mediocampo tienen la posibilidad de ser determinantes ante Kimmich y compañía. París se engalana para un partido de enjundia, para la batalla de las batallas , para una contienda de prominente voltaje que, si bien no será ni muchísimo menos reveladora, sí ofrecerá pistas de quién es el máximo candidato para coronarse rey de Europa el próximo año.
PSG: Chevalier – Achraf, Marquinhos, Pacho, Mendes – Vitinha, Fabián, Neves – Kvaratskhelia, Dembélé, Barcola.
Bayern: Neuer; Laimer, Upamecano, Tah, Bischof; Kimmich, Pavlovic; Olise, Kane, Diaz; Jackson.
Estadio: Parque de los Príncipes
Árbitro: Maurizio Mariani (Italia)
Árbitro de VAR: Marco Di Precioso (Italia)