En una jornada crucial para sus aspiraciones de temporada, el CD Leganés brilló en casa, logrando una victoria contundente de 3-0 frente al Celta de Vigo, marcada por una actuación estelar que iluminó el Estadio de Butarque. Este triunfo, el segundo de la campaña, fue un bálsamo para un equipo que venía necesitado de puntos y buen fútbol.
Desde el inicio, el conjunto madrileño mostró su intención de dominar el juego. Los goles no tardaron en llegar, obra de Diego García, Brasanac y Sergio González, quienes se erigieron como los héroes del día. Cada gol reflejó una estrategia bien ejecutada y una defensa que, por primera vez en mucho tiempo, se mostró impenetrable.
El Celta, por su parte, no encontró su ritmo. Atrapados en la mediocridad de la tabla y sin claridad en el ataque, los gallegos mostraron debilidades que fueron bien explotadas por el Leganés. La falta de contundencia defensiva del Celta y su poca eficacia ofensiva contrastaron con un Leganés que parecía encontrar finalmente su forma.
Butarque se convirtió en una fiesta con cada gol, y al final del encuentro, la afición local celebró no solo los tres puntos, sino también la salida de la zona de descenso. Esta victoria podría ser el punto de inflexión para el Leganés, que ahora mira hacia adelante con renovadas esperanzas.
El Celta deberá reflexionar sobre este resultado y prepararse para su próximo compromiso en la Copa del Rey, mientras que el Leganés enfrentará al Ciudad de Lucena, buscando capitalizar el buen momento. Con la liga en un punto tan crítico, cada juego ahora cuenta más que nunca.