La victoria del Real Madrid frente al Celta en Balaídos (2-1) tuvo un matiz gris, al igual que la equipación que lucieron los blancos en el campo. A pesar de los tres puntos, el equipo de Ancelotti sigue sin recuperar sensaciones en su juego, que continúa siendo espeso y carente de ideas, aunque mantienen el pulso con el Barcelona en la lucha por el liderato.
Un gol de Kylian Mbappé, posiblemente el más destacado desde su llegada a España, y otro de Vinicius Jr. tras una genialidad de Luka Modric, fueron suficientes para que el Real Madrid se impusiera a un Celta que, sin su estrella Iago Aspas (sancionado), mereció al menos el empate tras un tramo final lleno de mérito.
Este fue el primer partido del Real Madrid en la era “DC” (Después de Carvajal), y su ausencia se notó. El equipo jugó con una formación de tres centrales y dos carrileros, pero la falta de liderazgo en defensa fue evidente. Los primeros en generar peligro fueron los locales, aprovechando los desajustes defensivos del Madrid, pero se toparon con un imbatible Courtois, que volvió a ser el salvador en un mano a mano contra Swedberg.
Como suele suceder, si perdonas al Real Madrid, lo pagas caro. En una salida errónea del balón por parte de Fran Beltrán, Mbappé recogió el esférico, se perfiló y con gran rapidez colocó el balón en la escuadra, haciendo el 0-1 en el minuto 20. Posteriormente, el Celta tuvo un gol anulado a Borja Iglesias por fuera de juego, siendo este el jugador más peligroso del equipo gallego hasta ese momento.
El gol trajo algo de calma al equipo de Ancelotti, pero sin ofrecer una sensación de solidez defensiva. Mientras tanto, arriba seguían creando peligro y estuvieron cerca de aumentar la ventaja antes del descanso.
En la segunda mitad, el partido siguió el mismo guion. El Celta, que sabía cómo enfrentar al Madrid con y sin balón, logró el empate en el minuto 51. Un centro perfecto de Mingueza desde la derecha fue aprovechado por Swedberg, que esta vez sí pudo batir a Courtois, poniendo el 1-1 en el marcador.
Con el empate, el partido pareció reiniciarse. Durante algunos minutos, el Real Madrid mostró signos de incertidumbre y falta de ideas. El equipo vio cómo el Celta comenzaba a ganar terreno y, con ello, Ancelotti decidió mover el banquillo. Los ingresos de Modric y Rodrygo revitalizaron al conjunto blanco. De hecho, fue el croata quien asistió magistralmente a Vinicius Jr. para que este, ahora sí, anotara el 1-2 en el minuto 70, devolviendo la tranquilidad al Real Madrid.
Con la ventaja de nuevo a su favor, Rafa Benítez, técnico del Celta, hizo cambios buscando equilibrar el encuentro. Con el apoyo incondicional de Balaídos, el equipo gallego tuvo varias ocasiones claras para empatar, pero se encontraron una y otra vez con un Courtois en estado de gracia, que detuvo todo lo que pasó cerca de su portería, asegurando así una sufrida victoria para el Real Madrid.
A pesar de la victoria, el conjunto blanco sigue sin desplegar un juego convincente. Suman puntos, pero las sensaciones que dejan no terminan de convencer, y queda la sensación de que el equipo aún tiene mucho margen de mejora.