Anoche, en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid logró una sufrida victoria por 3-2 frente al Alavés en un partido que parecía controlado para los merengues, pero que se complicó en los últimos minutos. El equipo dirigido por Carlo Ancelotti comenzó dominando el encuentro, con un fútbol fluido y aprovechando las transiciones rápidas para adelantarse en el marcador.
El primer gol llegó temprano, a través de Lucas Vázquez, quien finalizó una gran jugada colectiva a los 13 minutos. Kylian Mbappé, como siempre, fue clave en el ataque, y su actuación quedó reflejada en el segundo tanto, anotado al filo del descanso tras una combinación con Jude Bellingham. Con el 2-0, el Madrid parecía tener el control total del partido.
En la segunda mitad, Rodrygo amplió la ventaja tras una gran jugada de contragolpe, poniendo el 3-0 en el marcador. Sin embargo, el Alavés no se rindió y logró complicar al Madrid en los minutos finales. Carlos Benavídez y Kike García marcaron en los últimos cinco minutos, dejando el partido en un dramático 3-2. El equipo visitante, dirigido por Luis García Plaza, mostró un espíritu de lucha admirable, pero no fue suficiente para empatar.
El Real Madrid resistió la presión final y consiguió tres puntos que lo mantienen en la pelea por los primeros lugares de LaLiga. Ancelotti, tras el partido, reconoció que el equipo mostró “problemas de solidez” en los minutos finales, algo que deberá corregir de cara a próximos compromisos.
El próximo reto para el Real Madrid será el derbi madrileño contra el Atlético de Madrid, un encuentro crucial en su lucha por el título. Mientras tanto, Alavés, a pesar de la derrota, puede sacar aspectos positivos de su rendimiento, especialmente en los minutos finales, cuando lograron poner contra las cuerdas a uno de los gigantes del fútbol español.