En un partido lleno de emociones, Sevilla FC venció por 3-2 a un combativo Real Valladolid en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. El equipo dirigido por Xavi García Pimienta logró imponerse en casa, aunque los visitantes no se lo pusieron nada fácil y mantuvieron la tensión hasta el último minuto. El Sevilla, que necesitaba urgentemente una victoria para alejarse de los puestos bajos de la tabla, encontró en su ataque la clave para resolver un partido que se complicó en varias fases.
El primer gol del encuentro llegó de forma inesperada, cuando un autogol de David Torres adelantó al Sevilla en el minuto 45, justo antes del descanso. A pesar de dominar el juego, el equipo sevillano no logró sentenciar en la primera mitad, lo que permitió al Valladolid seguir vivo en el partido y mantener la esperanza de revertir el resultado.
Ya en la segunda parte, Kike Pérez empató el encuentro para el Real Valladolid con un disparo desde el centro del área que dejó sin respuesta a Orjan Nyland, el portero sevillista. Con el 1-1, el partido se abrió y ambos equipos comenzaron a buscar la victoria. Fue entonces cuando Chidera Ejuke, recién ingresado al campo, anotó el gol decisivo en el minuto 85, devolviendo la ventaja al Sevilla con un potente disparo desde el borde del área.
Real Valladolid no bajó los brazos y volvió a recortar distancias en el tiempo añadido, pero el esfuerzo fue insuficiente para cambiar el destino del partido. El equipo de Paulo Pezzolano mostró un gran espíritu de lucha, pero los errores defensivos y la falta de contundencia en ataque pesaron demasiado.
Esta victoria permite a Sevilla FC respirar un poco tras un inicio de temporada complicado, mientras que Real Valladolid sigue en busca de regularidad para alejarse de la zona de descenso.