El Real Madrid superó con autoridad al Kairat Almaty (0-5) en una noche en la que Kylian Mbappé firmó un hat-trick y dejó claro su gran momento. Con el francés al frente —ya había marcado un doblete en la primera jornada ante el Olympique—, el conjunto blanco afianza su marcha en Europa y recompone el ánimo tras el varapalo liguero del derbi.
El Estadio Central de Almaty, abarrotado para el debut europeo del Kairat en casa, vivió un estreno histórico. Los kazajos arrancaron con brío y asustaron en la primera acción, mientras que el Madrid tardó en asentarse: la primera llegada clara no llegó hasta pasado el minuto 15, con un remate impreciso de Vinícius, que no tuvo su noche.
Mbappé, en cambio, apareció en todas las capas del juego: se ofreció, enlazó y castigó. Abrió el marcador desde el punto de penalti tras una cadena de errores defensivos locales que culminó en el derribo del joven guardameta Sherhan Kalmurza sobre Franco Mastantuono.
Con el 0-1, los de Xabi Alonso se adueñaron del encuentro. Arda Güler asumió los mandos con personalidad, bien acompañado por Dani Ceballos en la zona ancha. Tras el descanso, con el Kairat obligado a estirarse, el Madrid aceleró y sentenció: Mbappé hizo el segundo ganando la espalda a la zaga después de un despeje largo de Thibaut Courtois que terminó convirtiéndose en asistencia; y completó su triplete cazando un servicio sutil de Güler.
El tramo final dejó minutos para los refrescos y para ampliar la goleada. Fede Valverde descansó y el lateral derecho fue para Raúl Asencio. Rodrygo, recién ingresado, armó la jugada del tercero y asistió a Eduardo Camavinga, que firmó el 0-4 de cabeza nada más entrar. Con el tiempo cumplido, Brahim Díaz cerró el 0-5 definitivo.
Victoria rotunda, portería a cero y un Mbappé decisivo: el Madrid sale de Almaty con sensaciones inmejorables.